Agricultura Biodinámica por Ximena Milisebich

La Agricultura Biodinámica, está basada en los consejos entregados por Rudolf Steiner, a partir de sus conocimientos acerca de la antroposofía, la filosofía y los trabajos de Goethe, aplicados a las plantas, de los cual surgieron prácticas que aplicaron distintos agricultores, con impactos beneficiosos.

La agricultura biodinámica, logró surgir gracias a un grupo de agricultores, con conocimientos acerca de antroposofía. Estos agricultores tenían agro-ecosistemas, que no estaban en su optimo funcionamiento, debido a que la fertilidad de los suelos era menor, había alta incidencia de plagas y enfermedades y los productos obtenidos tenían una menor vida en postcosecha. Por estas razones, se propusieron ver si desde la mirada antroposófica, Rudolf Steiner, podría dar una explicación al origen del problema y proponer algunas soluciones.

La problemática fue estudiada por Steiner y llevó adelante ocho conferencias, en las cuales entregó fundamentos sobre “la ciencia espiritual” de la agricultura, entregando una serie de recomendaciones, entre las cuales destacan, la aplicación de estos conocimientos en campo.

La antroposofía es una ciencia espiritual, el espíritu para algunos es considerado como un cuerpo energético que poseen los seres vivos. Este cuerpo energético, así como el cuerpo material, puede ser alterado negativa o positivamente por fuerzas externas o internas. Esta energía Wilhelm Reich la denominó Orgón, que para él, es una energía que tiene todo ser vivo. La característica física del Orgón, es que para ser alterado necesita de una energía sutil, mientras que para el caso de un cuerpo material, necesita de otro cuerpo material. Es por eso, que Rudolf Steiner integra ambos conocimientos para explicar no solamente la relación de lo material con lo material, si no que lo material con lo energético, cuántico o espiritual.

Rudolf Steiner, plantea que la base para que todo agroecosistema funcione de manera óptima es necesario vivificar el suelo. Desde un punto de vista material, esta vivificación se consigue con la aplicación de compost estabilizados, mientras que la parte espiritual, se alcanza con el uso de algunos bio-preparados biodinámicos, como el famoso cacho de cabra con estiércol.

Para hacer el cacho de cabra con estiércol, se necesita de al menos un estiércol fresco de vaca con al menos unas 3 a 4 pariciones, el cual se entierra en el equinoccio de otoño en un suelo sano, rico y fértil, luego se retirar en el equinoccio de primavera, para posteriormente dinamizarlo en agua y así, aplicarlo a razón de 1 cacho por hectárea. Esto se aplica lo más tarde posible en el día. Otro preparado biodinámico famoso es con sílice o cuarzo molido, el cual se encierra con un cacho de cabra en el equinoccio de primavera y se desentierra en el equinoccio de otoño, dinamizándose y aplicándose lo más temprano posible en la mañana. Lo que hacen estos dos biopreparados biodinámicos básicos, no es actuar a nivel de materia, aportando nutrientes, sino que actúa re-equilibrando el orgón o energía vital de los microorganismos y de las plantas del suelo, como si estuviésemos haciéndoles una acupuntura.

A partir de los postulados de Rudolf Steiner, salió el calendario biodinámico, propuesto por una agricultora llamada María Thun, quién planteo la hipótesis, de que los planetas tienen una influencia sobre las plantas a nivel energético, que interfiere en lo material. Luego de una serie de experimentos y experiencias de esta agricultora, se desarrolló lo que conocemos hoy como calendario biodinámico, que es una herramienta más, sumada a todos los consejos propuestos por Rudolf Steiner.

En la actualidad la agricultura Biodinámica, es considerada un tipo de agricultura ecológica. En la cual se han estudiado todas estas propuestas y se han obtenido resultados bastante interesantes, no obstante, queda mucho por investigar y averiguar. En el vídeo que dejamos a continuación de este artículo, Ximena Milisevich, profundizará en todos los aspectos que hemos mencionado en este artículo.

Cristián Silva.
Angela González.

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