La agricultura de tipo ecológica se caracteriza por la realización de diversas prácticas que permiten en el largo y corto plazo obtener una mayor productividad, generar mayores rendimientos y alcanzar una mayor rentabilidad para el productor. Para obtener todos estos beneficios, es necesario tener experiencia y conocimientos de dichas prácticas.
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Existen un gran conjunto de prácticas que van encaminadas a cumplir con una ley de la naturaleza, llamada biodiversidad. Los bosques están formados por una amplia y diversidad de cadenas tróficas. Este tipo de lugares, que son biológicamente diversos generan un equilibrio natural, donde el efecto negativo de las plagas agrícolas es mínimo, debido a que éstas se encuentran reguladas por una serie de enemigos naturales. Es por esta razón, que las plagas agrícolas presentes en campos donde se ha practicado agricultura ecológica por muchos años, el uso de insumos para controlarlas, es mínimo, debido a una amplia diversidad de organismos. Se pueden llegar a encontrar 10 a 20% de plagas agrícolas versus 90 a 80% de organismos neutrales y enemigos naturales, que colaboran a que la demanda de insumos (insecticidas, pesticidas, fungicidas, etc.) para controlar la presión de plagas sobre el cultivo, sea mínima.
Chinita alimentandose de nectar y polen de flor de yuyo
Para lograr una mínima utilización de insumos, es necesario utilizar variedades adecuadas y tener una nutrición óptima en el campo.
Cuando hablamos de biodiversidad, no solo nos referimos a los insectos que puedan estar presentes en una zona determinada, sino que a las plantas, al clima, el suelo, y los microorganismos, entre otros. En el caso de las plantas, el uso de cultivos acompañantes y corredores biológicos, modifican la biodiversidad. Esta biodiversidad se puede conseguir al incorporar semillas traídas de otros lugares, o de las mismas ‘malas hierbas’ o mal llamadas malezas. Estas plantas, las malezas, como cualquier otra, usada de forma correcta, ayudan no solo a mejorar la biodiversidad, al reducir la aplicación de insumos para controlar plagas, sino que también mejoran el suelo, ya que, al momento de morir, en el proceso de descomposición, aumenta el espacio poroso del suelo, favoreciendo así, la infiltración del agua, la estructura del suelo, y, por consiguiente, mejoran las tres M (materia orgánica, microorganismos y minerales).
Cromatografía de suelo en papel horizontal
Para tener plantas sanas, se debe proveer de una correcta nutrición. Esto se logra no solamente con las variedades adecuadas en función de un clima en particular, sino que también con una correcta nutrición de las plantas, ocasionada por una correcta nutrición de los suelos. La correcta nutrición de los suelos se logra con la integración de las tres M, es decir, la integración de la materia orgánica, con los microorganismos y los minerales. Esta integración se puede analizar por medio de las cromatografías de suelos. Es un método complementario al análisis químico de los suelos y mucho más económico y accesible al agricultor. Mientras se apliquen prácticas de agricultura ecológica, se puede minimizar el uso de estos análisis (químico) en el largo plazo.
Un suelo, mientras más actividad microbiológica tenga, más nutrientes proporcionara a la planta. Lo anterior no sirve de mucho si solo se tiene una cantidad limitada de microorganismos. Para incrementar la diversidad y la cantidad de microorganismos presentes en el suelo, es necesario contar con una gran diversidad de minerales y a esto, hay que sumarle una serie de práctica orgánicas. Esa mayor diversidad de microorganismos permite que se puedan aprovechar de forma más eficiente la diversidad mineral del suelo
Agroecosistema normal de producción agroecológica
Todo ese ecosistema que se puede llegar a generar en un suelo vivo se mantiene con el uso de plantas, ya que estas a través de sus raíces entregan un macronutriente que es escasos en la naturaleza, que corresponde al azúcar. Además de esto, provee de aminoácidos, ácidos orgánicos, vitaminas, minerales, entre otros. Todo este proceso de entrega de compuestos ocurre en la famosa zona llamada rizosfera.
Como se ha visto, la diversidad de organismos vivos permite que exista un equilibrio en todos los niveles a favor de los cultivos cuando se tiene un enfoque orgánico. Para lograr todo lo anterior es necesario tener conocimientos, prácticas y experiencias sobre las diversas tecnologías que se pueden incorporar en este tipo de producción más ecológica. Por lo mismo, el video que les dejaremos a continuación es un complemento a lo expuesto en este artículo, ya que Axel Torrejón nos hablara acerca de todas estas filosofías, conocimientos, practicas, entre otros, que nos permitirán saber hacia dónde orientar nuestras energías para obtener los beneficios mencionados al inicio de este artículo.
Cristián Silva
Angela González
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